Anhelo asir el destino del hombre
Que al mirarse a sí mismo reconoce
Que ya en él yace el camino y el viajero
Para hallarse en su sagrado misterio,
Alzar puentes en vínculo de mundos
Donde yo pueda encontrarme contigo,
Dar mi alarido al cielo por la angustia
Que al alba nace en mí por estar vivo
Y en esta mi ardua vida de testigo
De este frío sentir incomprensible
Anhelo del jardín poder tomar,
En palabra, su flor inmarcesible
Y así mirar encendido mi tiempo
Por el olvidado cantar del ave
Que en suspenso de su apertura alada
Está por dar su salto al universo
Y como yo anhelo vaciar en verso
El fugaz destello del transitar
Por esta vida de fluir inasible,
Por este camino hasta su final
Y así aprendiendo al escuchar sintiendo,
Música sin nombre de mi soñar,
Esa leyenda que susurra el mar
Por este canto capturar deseo,
Oh páramo fértil de paradojas
Sobre tus inmateriales llanuras
Se elevan en trinos por mi silencio
Nubes de pájaros en desbandada
Y que melodía más pura suena
En sus ecos de inmensidad celeste,
Mi alma ya volcada en tropos incendia,
Por esta voz, su luz incandescente.