Despliegas por la calma del estanque
Reflejos de enigmática armonía
Y en tu fulgor de sólido mercurio
Los narcisos cumplen su profecía,
Yo por instantes de mirar profundo
En mi íntimo descubrimiento absorto
Puedo ver en tu piel de plata al tiempo
Anidando en los años de mi rostro.